domingo, 3 de noviembre de 2013

Protegiendo al diferente

Si la voz calla por miedo, qué valor tiene el silencio. Si entonces cuentas cuantos callan, obtendrás consenso. Pero el miedo es traicionero, y el silencio calla. Recuenta, si no, los que por miedo ahora se juntan.

¿Qué esperar de quien no cumple? ¿A qué esperar para dejar de recibir incumplimientos?

Un objeto es secreto si nadie lo ha encontrado, y si alguien lo ha encontrado, posiblemente no quiera decir que ha dejado de ser secreto. Entonces, imagina, pues la cosa más perfecta ha podido ser hallada pero no por eso ha debido ser mostrada. No hay razón para mirar mal a alguien que piense diferente. Protección es lo que le corresponde, porque cuando la corriente arrasa, son las ideas nuevas las que atraen al sol y echan a un lado la sal.

Es, por tanto, un arma letal contra las modas, pero un cimiento genial para el futuro compartido.

¿A qué ha venido el consenso? Se suele atacar a la Igualdad, argumentando que es inversa a la individualidad. Se suele decir que la Libertad es la madre de los individuos. Pero ahora fíjate: en la plena libertad, la mayoría aplasta al diferente. Las reglas hacen del comunitario una monótona voz irresponsable y egoísta. ¿Y en la Igualdad? En la verdadera Igualdad, ¿por qué iba a valer menos la opinión de unos pocos? No hay que buscar lo que puede crear conflictos en la convivencia, sino lo ventajoso del distinto punto de vista y el modo de actuar que se propone.

Por eso, diferente no es sinónimo de enemigo, sino de crítica positiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario